El futuro de la Responsabilidad Social Corporativa
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se encuentra en un momento dulce, en el que las empresas, tras un período de crisis en la que las políticas sociales se han resentido; vuelven a apostar la responsabilidad. El futuro de la Responsabilidad Social Corporativa es, si cabe más favorable; teniendo en cuenta los desafíos a los que nos vamos a tener que enfrentar como seres humanos.
Estamos en un momento histórico en el que nos enfrentamos a algunos de los retos más importantes que hayamos podido vivir como sociedad e incluso como especie. A nivel ecológico, tenemos un horizonte marcado por ejemplo; por el cambio climático, la acumulación de residuos o la destrucción de biodiversidad entre otros. A nivel social, debemos enfrentarnos a situaciones complejas derivadas del envejecimiento de la población, los movimientos migratorios o la necesidad de inclusión de personas con discapacidad; por citar solo unas pocas.
Estas cuestiones además de marcar la agenda, también están produciendo cambios profundos en clientes y consumidores; a los que las empresas van a tener que adaptarse. Y no sólo en la forma en la que ofrecen sus productos y servicios; sino también en la forma en la que operan día a día. Así, para las empresas no sólo deben adaptar sus procesos para ser ECO Friendly o para asegurar la igualdad real entre todas las personas que participan en su actividad; sino que deben ligar su futuro al de sus políticas de RSC.
La Responsabilidad Social Corporativa, mañana
El futuro, en palabras de Alejandro Martínez (Director de Salud y Sostenibilidad de Eroski), será sostenible o no será. Y la única forma de que lo sea, teniendo en cuenta las amenazas que nos acechan, es con la participación del conjunto de la sociedad.
En ese conjunto, las empresas tienen un papel imprescindible. El futuro de muchas personas, trabajadoras o no, está marcado de alguna forma por la actividad de las empresas que, como parte de la sociedad, tienen el deber de influir de forma positiva en esta.
La RSC hoy está mejor de lo que lo estaba hace unos pocos años, y la tendencia indica que estará aún mejor en los años venideros, marcada fundamentalmente por el cambio generacional. Una nueva generación se está incorporando como consumidora, como decisora y, sobre todo, como responsable de empresas, administraciones y otras organizaciones. Se trata de una generación más preocupada por ser que por tener, más concienciada con la protección del medio ambiente, más diversa y abierta, más interesadas en experiencias que en pertenencias… Y esos cambios influirán en las empresas de forma cada vez más notoria.
Predicciones de futuro para la RSC
La sociedad ya da pistas de por dónde van sus intereses y preocupaciones. Por ejemplo, la tendencia clara de apostar por la salud o la preocupación por la sostenibilidad. Las empresas que no sean capaces de sintonizar con estas inquietudes, se van a ir quedando fuera del mercado.
Para Cecilia Martínez (RSU de la Universidad de Deusto) es necesario hablar del futuro. Qué sociedad queremos y cómo vamos a contribuir desde cada espacio a la creación de esa sociedad. Ante la magnitud de los retos que tenemos, en su opinión, se va a trascender el concepto de Responsabilidad Corporativa. No es que sea una condición sine qua non para sobrevivir como empresa, es que todo lo que se haga estará marcado por la visión de aportar desde cada ámbito a la construcción de la sociedad que queremos.
En este sentido, el futuro de la Responsabilidad Social Corporativa también está ligado a la atracción y retención de talento. Para Javier Rivera (Director General de Rivera Limpieza Integral y Servicios Auxiliares), la lista de motivaciones para incorporarse a un puesto de trabajo y la lista de prioridades para mantenerlo han cambiado de forma radical. La RSC de la empresa, trabajada de una forma verdadera y fiable, está ahora presente en los primeros puestos de esas listas, cuando hace unos años ni siquiera aparecía.
El futuro de la RSC, además, viene también marcado por otras tendencias empresariales y tecnológicas. Por ejemplo, la recogida y análisis de datos. Se van a medir más indicadores y cada vez más cantidad de datos, con lo cual no valdrá con decir que una empresa es socialmente responsable, sino que habrá que demostrarlo.
En definitiva, las empresas deben ponerse las pilas y revisar sus estrategias de arriba a abajo. Incorporar los valores del futuro en la actividad que cada una desempeñe, por medio de políticas de Responsabilidad Social Corporativa. Si no, el tren pasará y se quedarán fuera del mercado.
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