Por una empresa sin accidentes
Un lugar de trabajo saludable comienza en una empresa sin accidentes. Según la Organización Internacional del Trabajo, más de dos millones de personas mueren al año en accidentes laborales o por enfermedades derivadas de su actividad laboral. Eso es más de las muertes anuales por conflictos armados, lo cual es altamente alarmante.
Si a esa cifra le sumamos los millones de accidentes laborales que derivan en una baja prolongada, estamos hablando de más de 300 millones de trabajadores que constatan cada año la peligrosidad de sus puestos. El coste humano de esas cifras es extremadamente alto; pero también tiene un alto impacto en las cuentas de resultados de las empresas.
Algunas fuentes cifran entre el 10% y el 15% del PIB mundial la falta de bienestar de los trabajadores y trabajadoras, teniendo en cuenta solo las pérdidas de productividad y los gastos médicos directos.
Una empresa sin accidentes es una organización que pone al frente a sus empleados. Una compañía que se preocupa por las vidas de sus colaboradores, como principio ético, también es consciente de que un trabajador saludable es más productivo, más rentable y más eficiente.
Hay informes que ponen de relieve la situación de vulnerabilidad de muchos trabajadores en el mundo. Millones de empleados se encuentran en situaciones de enfermedad, inseguridad económica o peligro de accidentes. Por ejemplo, un 52% padece sobrepeso y un 38% exceso de carga de trabajo; dos cuestiones que aumentan la posibilidad de enfermedad o accidente. ¿Puede una persona preocuparse por su empresa si esta demuestra no preocuparse por sus empleados?
Una empresa sin accidentes es más competitiva
El informe sobre la salud de los trabajadores de Klaus Schwab es claro. Las empresas tienen una responsabilidad con sus trabajadores y deben promover el bienestar en el lugar de trabajo. Una fuerza laboral sana es vital para la competitividad, la productividad y el bienestar, no solo en la empresa, sino también en la comunidad. La mitad de la población activa dedica la mayoría de su tiempo al trabajo, por lo que es ahí donde se deben promover los hábitos saludables y concienciar sobre la importancia de la salud y la seguridad. Además de incidir en esos trabajadores, esta labor tiene un efecto multiplicador hacia sus familias, amigos y comunidades.
Los problemas de salud pueden variar según el sector, ya que algunos trabajos llevan aparejado un riesgo concreto; pero por lo general es posible tomar una serie de medidas para lograr una empresa sin accidentes.
Cómo lograr una empresa sin accidentes
Como primer paso para convertirse en una empresa saludable, es necesario erradicar los riesgos de sufrir un accidente o una enfermedad en el trabajo. Los siguientes puntos han demostrado ser de utilidad a la hora de perseguir ese fin:
1) Crear una cultura de la salud.
La cultura empresarial es un intangible que puede ayudar a que los trabajadores vuelvan a casa saludables y se sientan satisfechos por su trabajo.
Un rechazo frontal a los problemas de salud y la inseguridad, incentiva a los empleados a proteger y protegerse. Por ello, el liderazgo de los directivos en este aspecto, a través de los valores, es imprescindible. Como refuerzo de esa visión, se pueden crear programas de salud, crear canales de comunicación o códigos de conducta obligatorios.
2) Crear protocolos para el cuidado de la salud
Las normas de seguridad son, además de obligatorias, indispensables. Sobre todo en ciertas tareas o empleos donde se manejen productos potencialmente dañinos, maquinaria pesada u otros elementos de riesgo.
Los protocolos de gestión, además, permiten una colaboración entre la empresa y los empleados para mejorar la comunicación y en último término, el trabajo. De este modo, es más sencillo identificar los riesgos para prevenirlos, pero a su vez se crea una sensación de protección que multiplica la prudencia.
3) Introducir el bienestar en la jornada laboral
Trabajar es producir, pero se puede generar un impacto notable uniendo el trabajo a la idea del bienestar. Empezando por lo básico, que es evitar enfermedades, para ir creciendo en la medida de las posibilidades.
El bienestar, dependiendo del tipo de trabajo, tiene múltiples formas. En la oficina pueden ser sillas ergonómicas, en el almacén pueden ser zonas de descanso. Pero siempre se ha de tener el mismo enfoque: mejorar la salud y la motivación del personal.
Una empresa sin accidentes es el primer paso para una empresa saludable. Aquella empresa en la que se reducen al mínimo las bajas y el absentismo; a la par que aumenta la productividad, el buen clima laboral, la motivación y la participación de los trabajadores. Una empresa que retiene y atrae talento.