Cómo ser una empresa saludable

Cómo ser una empresa saludable
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Las organizaciones más avanzadas se caracterizan por la promoción de la salud y el bienestar de sus colaboradores, por un sencillo motivo: es la mejor garantía para tener trabajadores sanos. Y una empresa saludable tiene personal motivado y equipos competitivos que impulsan su actividad.

Después de muchos años de trabajo, las empresas ya comprenden que ser “saludable” empieza en la prevención de riesgos laborales; pero va mucho más allá de eso. Tan importante es tener un puesto de trabajo seguro, sin riesgos de ningún tipo; como crear puestos que no sólo no perjudiquen la salud física y mental; sino que la promocionen.

Se calcula que un trabajador saludable es tres veces más productivo. Es una persona con menor absentismo y mayor motivación. Además, los trabajadores acostumbrados a ciertas condiciones laborales, buscan siempre un entorno de trabajo saludable, por lo que fomentarlo es un punto a favor a la hora de atraer y retener el mejor talento.

Cuidar de la salud de los colaboradores es una de las mejores estrategias empresariales que se pueden poner en marcha. Por responsabilidad, sobre todo; pero también por competitividad.

 

Qué es una empresa saludable

Una empresa saludable es aquella que invierte en la promoción de la salud en el trabajo, crea condiciones que benefician la salud en sus instalaciones y facilitan la adquisición de hábitos de vida saludable en el entorno laboral o personal de sus empleados. Y lo hace desde el punto de vista de la Organización Mundial de la Salud, para quien la salud no solo es ausencia de enfermedad; sino un estado de completo bienestar físico, mental y social.

La importancia de este concepto es tal, que existen certificaciones de empresa saludable para organizaciones que cumplen una serie de requisitos:

  • Protección continuada de la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores.
  • Promoción continuada de la salud, al seguridad y el bienestar de los trabajadores.
  • Condiciones ambientales, físicas y psicosociales adecuadas.
  • Servicios de alimentación saludable.
  • Servicios de actividad física.
  • Etc.

 

Por qué es importante convertirse en una empresa saludable

Muchas compañías cuentan con políticas de Responsabilidad Social Corporativa, y la promoción de una vida sana incide en ellas de forma contundente. Una empresa saludable tiene un amplio impacto en la salud de la población de su entorno, que es uno de los grandes objetivos de cualquier sociedad.

Es importante tomar conciencia de ello ya que se estima que mueren unos 2 millones de personas cada año en todo el mundo por causas ligadas a su trabajo (accidentes, enfermedades o estilo de vida). La prevención de riesgos laborales, de nuevo, es fundamental. Pero es el punto de partida, porque existen estudios que indican que unos 120.000 trabajadores estadounidenses pierden su vida anualmente por estrés.

El cuidado de la salud tiene una serie de beneficios, tanto para el empleado como para el empleador, que no se deben desdeñar:

  • Reducción de enfermedades y, por tanto, del absentismo.
  • Reducción de los accidentes laborales.
  • Disminución de gastos en cuestiones sanitarias, bajas, incapacidades, etc.
  • Aumento de la productividad, gracias al mejor estado de ánimo y la motivación de una buena salud.
  • Mejora de ventas y reputación derivadas de la buena imagen de la empresa.
  • Vinculación y fidelización de los empleados, que son capaces de alcanzar una extra mile.

 

Cómo ser una empresa saludable

Antes de nada, es preciso tener la voluntad de motivar a los empleados para mejorar su estilo de vida, tanto dentro como fuera del puesto de trabajo. Una voluntad que debe nacer en los puestos directivos, desde el ejemplo para una vida saludable.

Una vez el reto está lanzado, lo mejor es contar con ayuda externa para llevar a cabo un análisis de la situación y posibles beneficios a obtener. De ahí saldrá un plan para implementar las mejoras en la salud laboral, con sus personas responsables del proyecto, sus objetivos, su estrategia de implementación y demás. Y si existe la posibilidad de ir más allá, se puede solicitar una certificación de empresa saludable, después de la conveniente auditoría.

En cualquier caso, si ese escenario está aún lejano, es posible empezar a convertirse en una empresa saludable siguiendo una serie de pautas:

 

Interés por el estado de salud de los trabajadores y las trabajadoras

En un primer momento, conocer a la plantilla y preocuparse por su bienestar, es fundamental. Sabiendo las enfermedades más frecuentes, conociendo sus incomodidades respecto a las instalaciones o el material y encontrado posibles riesgos psicosociales; es un punto de partida para tomar medidas.

 

Campañas de promoción de la salud

Lo mismo que la empresa realiza campañas de comunicación para los clientes, y puede que incluso para empleados; se puede empezar a realizar comunicaciones sobre consejos y riesgos para la salud, tanto en el trabajo como fuera. Las campañas deben orientarse a las necesidades de las personas de la organización y se pueden llevar más allá con charlas, jornadas o talleres.

 

Limpieza e higiene de los espacios

Una correcta limpieza del espacio de trabajo es uno de los puntos más importantes para preservar la salud de las personas. Los espacios se limpian regularmente, por lo que es de vital importancia asegurarse de que se desinfectan bien, para evitar la propagación de enfermedades y garantizar un aire limpio.

 

Diseño adecuado de los espacios

El escenario ideal es tener todos los espacios y material adaptados al trabajo que se va a desempeñar, con unas condiciones de seguridad, ergonomía y bienestar adecuados. De no ser así, es preciso encontrar los puntos negros para paliarlos y convertir la empresa en un lugar ejemplar para cada trabajo.

 

Ayudas para llevar un estilo de vida saludable

Teniendo en cuenta que el bienestar de las personas repercute en la empresa, se pueden lograr grandes avances con pequeñas inversiones. Por ejemplo, se puede promocionar el uso de la bicicleta con incentivos o empezar modestamente con un parking habilitado para ciclistas. Del mismo modo, se pueden sustituir máquinas expendedoras de bollería por fruterías o negociar descuentos para los trabajadores con gimnasios cercanos.

 

Garantizar el descanso del trabajo

El estrés es una de las enfermedades con más incidencia en ciertos ambientes laborales. Muchos puestos ya tienen, por convenio, pausas y descansos pactados: ¿por qué no llevarlo a todas las profesiones? Se pueden habilitar zonas de descanso en la oficina, evitar llamadas a ciertas horas, ofrecer horarios flexibles, etc.

 

Motivación de todas las personas de la organización

Algunas empresas realizan retos saludables que convierten en juegos. De ese modo, las personas se involucran más y consiguen mejorar su salud como si de una competición se tratase. Se pueden hacer concursos, ofrecer algunos premios, crear equipos y otras acciones que eviten el abandono de buenos hábitos.

 

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