Estado de Información No Financiera: todo lo que necesitas saber

En los últimos años, muchas empresas se han visto obligadas a presentar un informe de carácter no financiero en virtud de la Ley 11/2018. Las grandes empresas, deben informar sobre el Estado de Información No Financiera en un reporte muy enfocado en la sostenibilidad, como medida para complementar la información financiera habitual con mayor transparencia hacia la sociedad, los inversores y los clientes.

Es, sin duda, un cambio de gran calado en la información que deben ofrecer las empresas sobre sí mismas, que se comenzó a utilizar en 2019. Ya no sólo sirven los datos cuantitativos de las cuentas anuales, ahora hay que detenerse también en aspectos cualitativos que van cobrando mayor relevancia y que, hasta este momento, estaban en un segundo plano.

A continuación detallamos todo lo que debes saber sobre el EINF, algo muy relacionado con la Responsabilidad Social Corporativa que pretende ser una contribución para medir, supervisar y gestionar el rendimiento de las empresas, pero también, su impacto social.

Qué es el Estado de Información No Financiera

La conocida como ley de información no financiera que se ha mencionado anteriormente, solicita a las empresas que faciliten una serie de datos que vayan más allá de los puramente económicos. Esto es así ya que, de un tiempo a esta parte, se considera relevante conocer cómo se generan los resultados y no simplemente cuánto suponen.

Además de un paso necesario para una mayor estabilidad y transparencia del sistema empresarial, es también una demanda clásica de varios grupos de interés. Entre ellos, la sociedad en su conjunto y las organizaciones sociales; pero también los inversores, que necesitan entender los riesgos reales y la sostenibilidad del negocio, algo que los números pueden llegar a maquillar.

El Estado de Información No Financiera es un paso más para la creación de una economía sostenible, que ofrezca rentabilidad sin dejar de lado la justicia social y el cuidado del medio ambiente.

Empresas obligadas a presentar el Estado de Información No Financiera

A partir del año 2021, todas las empresas con más de 250 trabajadores están obligadas a presentarlo, siempre que sean consideradas como Entidad de Interés Público (EIP) o que superen alguno de los siguientes criterios en los dos últimos ejercicios: 20 millones de € en total del activo del balance o 40 millones de € de importe neto de cifra de negocio.

Estado de Información No Financiera en pymes

Las empresas que no cumplen los requisitos anteriormente mencionados no están obligadas a presentar el EINF, y tampoco a hacerlo. Pero como veremos más adelante, realizar este ejercicio de forma interna puede tener unos beneficios nada desdeñables, principalmente en cuestiones relacionadas con la responsabilidad social, los recursos humanos y el marketing.

Este motivo, sumado a la creciente concienciación que podría derivar en la necesidad de presentar el Estado de Información No Financiera por parte de todo tipo de empresas, hace que sea una buena idea plantearse su elaboración. Al igual que la RSC es importante para las pymes, siendo considerada en un inicio como una actividad exclusiva de grandes corporaciones, el EINF será un valor relevante para startups, pequeñas y medianas empresas en un futuro muy cercano.

Qué hay que incluir en el Estado de Información No Financiera

El contenido del Estado de Información No Financiera se debe incorporar en el informe de gestión de empresa o en un informe separado del mismo ejercicio. Según la Directiva 2014/95 de la Unión Europea, a la que se vincula la ley, este informe debe incluir una descripción de políticas de resultados y sus riesgos vinculados. Además de describir el modelo de negocio (organización, entorno, estructura de mercados, objetivos, estrategias, tendencias…), es necesario que aparezca lo siguiente:

• Medio ambiente.

Es preciso detallar los efectos presentes y previsibles derivados de la actividad de la empresa en el medio ambiente. Por ejemplo, el consumo de agua, la contaminación atmosférica, el consumo de energía, emisiones de gases de efecto invernadero, uso de energías renovables, influencia en la salud de las personas, etc.

• Asuntos sociales y personas.

Se debe aportar información sobre las medidas relacionadas con cuestiones sociales y relativas al personal. Tales como políticas de igualdad, convenios de trabajo, diálogo social, respeto a derechos sociales, comunicación con los empleados, relaciones locales, protección de la comunidad, salud y seguridad en el trabajo, etc.

• Derechos Humanos.

Si se diese el caso, el EINF debe aportar datos sobre la prevención de violaciones de los Derechos Humanos, así como las medidas para eliminar, mitigar y reparar posibles abusos que se pudieran haber cometido.

• Lucha contra la corrupción.

Hay que incluir información sobre los instrumentos de la organización para evitar la corrupción y el soborno tanto dentro de la empresa como en sus relaciones con el entorno y el exterior.

• Proveedores.

Es necesario incluir información sobre los procedimientos de diligencia debida en relación a la cadena de suministro y las subcontrataciones con el objetivo de detectar, evaluar, prevenir, controlar y reducir riesgos.

Cómo se presenta el Estado de Información No Financiera

Como se ha mencionado anteriormente, el EINF se puede presentar como un anexo al informe de gestión o por separado, haciendo referencia a su inclusión en el informe de gestión. Así, tanto su publicación como su aprobación sigue los mismos criterios de plazos y proceso que el informe de gestión:

• La información se debe aportar en las Juntas del Consejo de Administración.
• La presentación se debe expresar como un punto separado del orden del día para su aprobación en la Junta General de Accionistas.
• La empresa debe basarse en marcos nacionales, marcos de la Unión Europea (por ejemplo, EMAS) o marcos internacionales (por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible).

Los cinco pasos para las empresas que deben presentar el EINF

El objeto de la Ley 11/2018 es “disponer de información significativa, coherente y comparable relacionada con la Responsabilidad Social Corporativa de las organizaciones que permita medir, supervisar y gestionar el rendimiento de las organizaciones y del impacto económico, social y ambiental de sus actividades”. Por tanto, debe quedar claro que no se trata de ofrecer indicadores, sino de proporcionar información útil a los stakeholders.

Es importante, también, contar con asesoramiento profesional para evitar problemas en el suministro de la información; y también para poder realizar el adecuado acompañamiento por los cinco pasos básicos a la hora de realizar el Estado de Información No Financiera:

1. Análisis del grado de cumplimiento de requisitos.
2. Identificación y definición de procesos implementados.
3. Medición del progreso en indicadores de desempeño.
4. Informe de gestión y reporte.
5. Verificación que garantice la fiabilidad.

El resultado debe ser un informe que contenga información clara, concisa, fiable y comparable para los grupos de interés.

Para qué sirve el Estado de Información No Financiera

El informe EINF supone una nueva forma de definir la información corporativa de una empresa. Lo que tradicionalmente ha sido información financiera y económica, ahora otorga un mayor valor a los datos que no se reflejan en las cuentas, pero que son fundamentales para el futuro de la empresa; y también de aquellas organizaciones e individuales que se relacionan con ella.

Con una clara influencia de la Responsabilidad Social Corporativa e impulsado por hitos como el Acuerdo de París sobre el cambio climático, el EINF refleja el impacto de las organizaciones más allá de lo puramente económico: medio ambiente, personas, sociedad, política, etc.

A nivel administrativo, es un cambio muy relevante ya que se debe incluir en el informe de gestión y por tanto, deben firmarlo los administradores de la compañía. Esto es, no se trata de buenas prácticas o de compromisos propios; mucho menos de un lavado de cara: el EINF exige un compromiso legal por parte de la entidad, del mismo modo que se hace con las cuentas anuales, con un procedimiento tan importante como el que se realiza con el informe de gestión consolidado que se lleva al registro mercantil y pasa por el consejo administrativo.

Al incluir todo tipo de información relevante para valorar las condiciones del entorno físico, político, social y medioambiental que pueden influir en el desempeño de la organización (más allá de cuentas anuales, memorias financieras o extractos bancarios), la información no financiera es muy útil para decidir sobre una inversión o préstamo a la empresa. Aunque en el informe predominan unidades de medida no monetarias, son datos que complementan la información financiera y muestran la capacidad que tienen fenómenos ajenos a la institución para afectarla de forma positiva o negativa.

Beneficios de un informe EINF

Dada la novedad de la norma, es posible que todavía haya empresas que ven este requerimiento como una carga administrativa adicional que se debe cumplir, pero cada vez es más habitual verlo como una posibilidad de beneficios a largo plazo.

Realizar este informe tiene un primer beneficio indiscutible para las empresas que están obligadas a realizarlo, que es precisamente esa obligatoriedad: cumplir la legislación vigente. Pero sea obligatorio o no para una empresa, el Estado de Información No Financiera es un informe que puede tener importantes oportunidades para cualquier organización:

1. Transparencia, un valor en alza para todos los grupos de interés.
2. Información, siendo un punto de referencia sobre el estado de la propia compañía de forma global.
3. Toma de decisiones, basada en información útil con un detalle de las iniciativas y los riesgos.
4. Mejora continua, gracias a un informe en el que se pueden ver todas las implicaciones de la actividad.
5. Imagen, aportando contenido relevante para diversos grupos de interés.

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