Respirar un aire saludable en el trabajo
¿Respiras un aire saludable en tu lugar de trabajo?
Probablemente esta es una pregunta que te has hecho durante la pandemia y no sólo sobre la oficina; también en los comercios, el transporte público o, quizá, en tu propia casa. Y es una pregunta importante, porque es el primer paso para considerar mejorar la calidad del aire que respiras en un lugar donde pasas una buena parte de tu tiempo.
Se debe tener en cuenta la calidad del aire en el lugar de trabajo porque, además de ser un indicador de bienestar y proteger la salud del equipo, también puede afectar a su rendimiento. Eso es, al menos, lo que indica un riguroso estudio elaborado recientemente: una exposición inapropiada a ciertos niveles de dióxido de carbono en interiores debilita funciones cognitivas en las personas.
Ya sabíamos que la mala calidad del aire es perjudicial para la salud (que no es poca cosa) y, por tanto, teníamos ciertos indicios de que el aire poco saludable era también perjudicial para realizar un trabajo óptimo. Este estudio de Harvard, que se ha realizado en distintos países durante todo un año, viene a demostrar que algunas de las funciones cognitivas necesarias en un entorno laboral (como la capacidad de concentración o el procesamiento de información) sufren deficiencias en un entorno con una mala calidad de aire.
Durante el estudio se realizaron pruebas matemáticas sencillas y test Stroop a más de 300 trabajadores, con resultados reveladores: los peores datos se daban en las oficinas con peor aire. Además, los datos parecen indicar que el mal ambiente interior en la oficina tiene un impacto inmediato en el desempeño cognitivo; por lo que el aire que estás respirando ahora mismo puede estar ayudándote o perjudicándote a la hora de comprender este texto rápidamente, según sea de una calidad superior o inferior a lo normal.
¿Cómo tener un aire saludable en el trabajo?
Tomando el citado estudio como punto de partida, podemos establecer una serie de medidas para mejorar el aire en una oficina o cualquier otro espacio cerrado, especialmente en las empresas (por su vinculación con la productividad y la eficiencia del trabajo). La ventilación es una de las partes más importantes para mantener la calidad del aire en interiores, por lo que los científicos tuvieron en cuenta los niveles de partículas finas (polvo, contaminación, humo de tabaco, etc.) que tienden a ser más elevados con una deficiente ventilación.
Aunque la pandemia ha puesto de relieve la importancia que tiene ventilar regularmente, este es un apartado que ha estado abandonado durante mucho tiempo en los espacios de trabajo. El principal motivo, es que en estos lugares se ha priorizado la comodidad y la rentabilidad directa para desarrollar la actividad en cuestión. Por ello, en ocasiones se han primado cuestiones como la eficiencia energética o una temperatura más elevada para mantener el confort; pero a costa de prevenir infecciones y ofrecer una calidad de aire óptima; una tendencia que debería revertirse en adelante. Primero, por responsabilidad con las personas de la organización; y segundo, también, por rentabilidad a medio y largo plazo.
Las partículas finas que hemos mencionado anteriormente, proceden también de algunos productos de limpieza, por lo que, otra de las medidas básicas para un aire saludable es confiar la limpieza de espacios a un proveedor ECO Friendly como Rivera, avalado con el Ecolabel europeo. De este modo, la empresa puede estar segura de que no se emplean productos químicos para limpiar, ni mucho menos productos tóxicos que, lamentablemente, son más habituales de lo que debieran.
En el apartado de la higiene, también es recomendable realizar un protocolo de limpieza del aire, como puede ser el empleo de la desinfección aeróbica; una técnica que emplea el ozono para eliminar los agentes patógenos del aire. Este procedimiento, además, ayuda a crear un ambiente agradable en la oficina, eliminando malos olores; pero es especialmente recomendable en sitios cerrados dedicados a la práctica deportiva (como gimnasios o polideportivos), lugares con gran afluencia de personas (como centros comerciales u hostelería) o espacios que requieran especial protección (como colegios o centros sanitarios).
En general, y dado que la pandemia ha servido para poner de relieve la importancia de un aire limpio en la oficina, muchas de las medidas que han tomado la mayoría de empleadores son útiles también en un escenario sin Covid-19: la renovación periódica de filtros de aire acondicionado, la instalación de limpiadores de aire portátiles o la creación de oficinas más espaciosas, entre otras, pueden ayudar a garantizar un aire saludable a los colaboradores.
Si no puedes garantizar que tú y tus colaboradores respiráis un aire saludable en tu empresa, ponte hoy mismo manos a la obra. Por preservar el bienestar y la salud de las personas de tu equipo; y también, para garantizar el mejor de los desempeños en el trabajo.