¿Quieres ser Next Leader?
Las empresas Next Leader son aquellas que están en posición de ser líderes en un mundo en continuo cambio. En un entorno en el que es necesario anticiparse a los problemas, las necesidades y nuevas circunstancias, en el que se genera cada vez más conocimiento, en el que las zonas de confort se estrechan paulatinamente. ¿Está tu organización preparada para esto?
Cómo convertir tu empresa en Next Leader
Una organización que quiera ser líder en el futuro considera que los tiempos por venir pueden ser apasionantes, y quieren ser parte de ellos, no meras espectadoras. Pero no basta con querer, hay que promover que así sea. Por eso, las empresas Next Leader deben reflexionar sobre las siguientes medidas.
Propósito
Una empresa puntera que quiere seguir siéndolo tiene siempre la mirada puesta en la innovación y la transformación. A partir de ahí, estructura su funcionamiento interno, los procesos de la organización, su estrategia y todos sus movimientos para cumplir con ese propósito transformador
Este, además, debe tener en cuenta a todos los grupos de interés, especialmente a los que forman parte del equipo y a los clientes. La marca, por tanto, es un elemento esencial para trasladar el propósito y reforzarlo.
Responsabilidad
La sociedad se enfrenta a retos con una importancia que no se ha visto en generaciones. Las empresas, como parte de esa sociedad, tienen una responsabilidad para abordarlos y, en la medida de lo posible, minimizarlos. Las políticas de Responsabilidad Social Corporativa son una manera útil de hacerlo, que además, refuerzan la marca y el propósito.
Organización en red
Los problemas del futuro son lo que se conoce como wicked problems. Serán difíciles de definir, sin una solución buena (ya que traerá consecuencias), tendrán tiempos de abordaje largos, serán interdependientes y, quizá, sin una solución completa. Hoy en día ya tenemos algunos ejemplos de este tipo de retos como el cambio climático o la Covid-19.
Frente a esto, las organizaciones tradicionales, jerárquicas y burocráticas, que son útiles para problemas agudos y verticales, no están preparadas. Se necesitan organizaciones más abiertas, ágiles y democráticas para abordar problemas dispersos y transversales, con muchas ramificaciones. Hay que promover el trabajo en red, la colaboración entre distintos perfiles, los equipos autogestionados, la orientación a misiones…
Confianza
La confianza hacia afuera se trabaja con una marca fuerte, una responsabilidad patente y el cumplimiento de lo prometido. Pero más importante es la confianza dentro de la organización; algo que se refuerza con la selección, captación, cuidado y retención de talento. Confiar en el equipo permite darle mayor autonomía y empoderamiento, propiciando la fluidez y la autogestión, que son claves para agilizar la toma de decisiones y dar respuesta rápida y eficiente a nuevos retos u oportunidades.
Digitalización
La digitalización ya no es una opción, pero se trata de abrazarla para ir más allá, no para responder a imperativos de mercado actuales. La transformación digital habilita a las organizaciones para ahorrar costes, retener el talento, crear redes de conocimiento, ofrecer un mejor servicio, mejorar la comunicación, aportar un – cada vez más necesario – valor añadido, crear nuevos modelos de negocio, analizar información de negocio relevante, adelantarse a cambios y un largo etcétera.
Escucha activa
Se trata de un término muy ligado a las redes sociales, pero se puede emplear fuera de ellas. Un Next Leader permanece alerta ante todo lo que sucede en el entorno para identificar señales de cambio lo antes posible. Es la mejor forma para tomar decisiones acertadas y adaptarse rápidamente a cualquier cambio. Crear canales de comunicación bidireccionales con clientes, empleados, proveedores, colaboradores e, incluso, con la competencia, puede resultar relevante.
Ecología
Merece mención aparte un elemento de la RSC que debe estar integrado totalmente en una organización Next Leader. Las empresas insostenibles tienen fecha de caducidad y, además, contribuyen a empeorar la situación para todo el entorno. Por tanto, la sostenibilidad es un valor de futuro que se alcanza con eficiencia energética, contratación de proveedores medioambientalmente sostenibles, gestión responsable de residuos, ahorro de agua, etc.
Satisfacción del cliente
Adelantarse a los cambios tiene como objetivo principal la satisfacción de las necesidades cambiantes de los clientes. Una organización líder debe buscar ofrecer mayor valor añadido, cumplir las necesidades del cliente, ofrecer una mejor experiencia, conocer mejor a los clientes, comunicarse de forma efectiva, buscar la máxima calidad en sus productos o servicios, involucrarse en cuestiones de su interés… El cliente, más que nunca, ocupa el centro.
Innovación
Las acciones del presente deben ser eficaces hoy, pero transitar por un futuro cambiante solo puede hacerse por la carretera de la innovación. Innovar, crecer y reinventarse de una forma sostenible; apostando también por la última tecnología, pero no centrándose en ella sino en lo que ayuda a alcanzar. Hacer más y mejor para crear novedades con sentido y propósito.
Decrecimiento
El término decrecimiento no es ir hacia atrás, sino todo lo contrario: avanzar. Pero de una forma global, no sólo desde un punto de vista económico. Las organizaciones del futuro deberán, tarde o temprano, crecer de forma sostenida y sostenible conviviendo en armonía con la naturaleza y apostando por el bienestar social, el bien común, la convivencia, la idea de comunidad, la felicidad y la colaboración.
Simplicidad
Lo que se conoce como “organizaciones azules” están más cerca de ser Next Leader. Son empresas que eliminan toda complejidad innecesaria, que trasladan su mensaje de una forma comprensible a sus clientes y cuyos colaboradores comprenden a la perfección e interiorizan su modelo de negocio, propuesta de valor y estructura. Para esto es indispensable hacer diagnósticos periódicos de la situación actual, elaborar planes de acción y monitorizarlos para mejorarlos.
Liderazgo
Como organización, una Next Leader debe abrir camino con entusiasmo. Y debe hacerlo con coherencia, alineando lo que “piensa”, lo que dice y lo que hace. Así, es capaz de anticiparse a las necesidades de los consumidores teniendo en cuenta sus sentimientos.
El liderazgo de los dirigentes empresariales debe convertir a todo empleado de la empresa, más que en un vendedor, en el mejor de los prescriptores.