Cómo fomentar la fauna urbana en tu Comunidad de Vecinos

Cómo fomentar la fauna urbana en tu Comunidad de Vecinos
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Imagina caminar por las calles de tu ciudad y encontrarte con un cernícalo cara a cara o con una ardilla curiosa. ¿No te parece algo maravilloso? Es la magia del día a día que nos da la fauna urbana. Los animales conviven entre nosotros y, aunque a menudo pasamos por alto su presencia, están presentes en nuestras vidas diarias. Lamentablemente, menos de lo que debería, porque la fauna urbana desempeña un papel vital en el equilibrio ecológico de nuestras ciudades.

Desde el control de plagas hasta ser una atracción turística, la promoción y conservación de la fauna urbana puede ayudar a crear riqueza y mantener un ecosistema saludable y sostenible, para nosotros y para las generaciones futuras.

 

Por qué es importante conservar y fomentar la fauna urbana

La fauna de las ciudades juega un papel importante en el equilibrio ecológico. A mayor biodiversidad, mayor riqueza ecológica y mejor salud del ecosistema urbano: aire más limpio, mayor retención de CO2, espacios menos calurosos en verano… A menudo, la escasez de fauna permite que algunas especies urbanas aumenten su población más de la cuenta. Así, una rica diversidad ayuda a controlar plagas, principalmente de insectos y roedores. Esto, por otro lado, tiene otro beneficio asociado para la salud de las personas, y es que se utilizan muchos menos insecticidas o productos químicos para reducir individuos de una cierta especie.

La presencia de fauna urbana también tiene beneficios para la salud y el bienestar de las personas, dado que la presencia de ciertos animales se ha demostrado que tiene relación con la promoción de estilos de vida activos. Por otro lado, el avistamiento de animales en libertad y la convivencia con ellos tiene efectos positivos en la salud mental, como la reducción del estrés.

En diversas ciudades del mundo, como por ejemplo Berlín, se emplea la promoción de la fauna urbana para la recreación, el turismo y la educación. Los animales emblemáticos como zorros o ciervos, atraen el turismo, más aún en entornos urbanos donde es mucho menos habitual encontrarlos. La población local se puede beneficiar económicamente de ese turismo, pero también ofrece ventajas para aquellos ciudadanos interesados en la observación de la fauna o en la fotografía. La presencia de animales con los que la convivencia es sencilla en entornos urbanos es valiosa para educar a las personas en la importancia de la conservación de la biodiversidad y el papel que cada uno puede desempeñar en su protección.

 

Como fomentar la fauna en las ciudades

La conservación y, en el mejor de los casos, el fomento de la fauna urbana es responsabilidad de todas las personas que viven y trabajan en las ciudades. El papel de las administraciones públicas es fundamental, principalmente desde los Ayuntamientos que pueden crear espacios verdes para conservar mejor los hábitats naturales de la fauna, fomentar políticas de gestión de residuos para no exponerlos a los animales, crear corredores ecológicos para el tránsito seguro o implementar medidas ecológicas para el control de plagas.

A nivel individual, también tenemos la capacidad de ayudar en este cometido. No alimentar a los animales con alimentos procesados, disminuir el uso de pesticidas, respetar la fauna sin interferir en sus ciclos de vida o crear espacios seguros en nuestras casas (flores para los polinizadores, cajas nido para gorriones, ladrillos para insectos…) son solo algunos ejemplos de cosas que se pueden hacer.

Pero, ¿y en los edificios de propiedad horizontal? Son las construcciones más habituales en nuestras ciudades y, a la vez, tienen una gran capacidad para aportar beneficios a la fauna urbana. En el camino a la sostenibilidad, podemos arrimar el hombro de diversas formas, y esta es una de las más satisfactorias a nivel comunitario e individual, desde las empresas, las instituciones o las Comunidades de Vecinos.

 

Fomentar la fauna urbana en una Comunidad de Propietarios

Un edificio es un sistema vivo. En el mismo, habitan distintas personas y, también animales, aunque no seamos del todo conscientes. Pero podemos fomentar más esa vida para impactar de forma positiva en las personas y el entorno. Aquí van algunas ideas que, como Administrador de Fincas, puedes proponer en la próxima junta para tener una finca más ecológica, más saludable y más feliz.

  1. Instala nidos, refugios y comederos para las aves urbanas, o plataformas para las cigüeñas.
  2. Realiza una campaña de concienciación sobre la importancia de la conservación de la fauna urbana y cómo puede contribuir cada uno de forma individual.
  3. Si el edificio ofrece la posibilidad, promueve un huerto urbano o una azotea verde. Además de regular la temperatura, puede ser un área de esparcimiento y encuentro, o proveer de alimentos ecológicos a los inquilinos.
  4. Incrementa la presencia de plantas y flores, con refugios o bebederos para polinizadores.
  5. Asegura un servicio ecológico por parte de los proveedores de la Comunidad de Vecinos, libre de sustancias químicas o dañinas para la salud.
  6. Si la finca cuenta con espacios verdes, planta especies autóctonas que conozca la fauna local para alimentarse o refugiarse.
  7. Adopta la calle con el objetivo de ayudar a mantenerla limpia y segura, con pequeños espacios verdes o elementos decorativos.
  8. Promueve la movilidad sostenible, que repercute en el bienestar de la fauna, con espacios para aparcar, guardar y reparar bicicletas.
  9. Si vas a realizar obras, proporciona una guía para que sean seguras para la fauna y asegúrate de que se cumpla.
  10. Solicita el apoyo de entidades locales para promover espacios verdes cercanos a la finca, ayuda técnica para promover la fauna urbana, etc.

 

La conservación de la fauna urbana es un tema importante y relevante para nuestras ciudades y su futuro. Al proteger y cuidar a distintas especies, estamos protegiendo también la biodiversidad de nuestro planeta y colaborando en un futuro sostenible para las generaciones venideras. Desde los pequeños gestos a los grandes proyectos comunitarios, todos podemos contribuir. Salgamos a la calle y comencemos a observar y apreciar la rica diversidad de la vida silvestre que nos rodea en la ciudad. ¡Juntos podemos marcar la diferencia y crear unos espacios urbanos más habitables!