Compostaje en Comunidades de Vecinos: otro paso hacia la sostenibilidad y el cuidado del entorno

Compostaje en Comunidades de Vecinos: otro paso hacia la sostenibilidad y el cuidado del entorno
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El compostaje en Comunidades de Vecinos se ha convertido en una práctica cada vez más popular en muchos inmuebles en los últimos años. Se trata de una forma efectiva de reducir la cantidad de residuos orgánicos que terminan en vertederos, que no solo contribuye a la sostenibilidad ambiental, sino que puede fortalecer lazos comunitarios y fomenta la conciencia ecológica.

 

Qué es el compostaje

El compostaje es un proceso natural de transformación de residuos orgánicos en compost, un fertilizante natural que proporciona nutrientes al suelo. El proceso consiste en una descomposición biológica controlada de la materia orgánica, en presencia de oxígeno y humedad.

El compostaje se puede realizar en el hogar o en una instalación comunitaria, y requiere un contenedor o una pila de compost. Se puede realizar utilizando diferentes métodos, siendo una forma respetuosa con el medio ambiente de reducir los residuos y producir un fertilizante natural que se puede utilizar para mejorar la calidad del suelo.

 

Beneficios del compostaje

Antes de saber cómo empezar y cómo hacerlo de forma adecuada, es importante mencionar por qué el compostaje en Comunidades de Vecinos puede ser conveniente en una finca:

  1. Es una excelente manera de reducir la cantidad de residuos orgánicos que se envían a centros de tratamiento o vertederos. Los desechos de alimentos y jardinería representan una parte significativa de todos los generados en una Comunidad de Propietarios, y al compostar, se evita la contaminación que pueden generar.
  2. La reducción de la cantidad de residuos implica un ahorro de costes relacionados con la gestión de los mismos. Además, el compost obtenido puede utilizarse para mejorar los jardines o áreas verdes de la finca, evitando la necesidad de comprar fertilizantes comerciales. Esto también reduce la contaminación ya que los fertilizantes químicos dañan los acuíferos, el suelo y la biodiversidad.
  3. En caso de no contar con zonas verdes en la Comunidad, se pueden buscar acuerdos con organizaciones externas para recoger el sustrato y aprovecharlo en otros lugares cercanos. Esto, aunque es poco común, puede suponer una pequeña fuente de ingresos para el inmueble, más aún teniendo en cuenta que se obtendría de una basura que ya se está generando y está destinada a la simple eliminación.
  4. El compost es un excelente recurso para el suelo. Al añadirlo a los jardines comunitarios se mejora su estructura, la retención de agua y la capacidad de retención de nutrientes. Esto promueve la salud de las plantas, reduce la necesidad de riego (con el consecuente ahorro de agua) y ayuda a prevenir la erosión.
  5. El compostaje en Comunidades de Vecinos es, frecuentemente, una forma de participación activa que promueve el sentido de responsabilidad compartida hacia el medio ambiente. Esto puede tener innumerables beneficios asociados para la reducción de la huella de carbono individual y comunitaria.
  6. La cooperación y el trabajo en equipo para alcanzar un objetivo común es una buena forma de unir a los vecinos. El fortalecimiento de los lazos sociales y la creación de sentido de comunidad ha demostrado ser una de las mejores formas de promover un ambiente saludable y respetuoso, así como una forma de protegerse mutuamente ante contratiempos de distinto tipo.

 

Compostaje en Comunidades de Vecinos: cómo empezar

Como es habitual en este tipo de medidas, todo comienza con una labor de educación y comunicación. Es importante trasladar a los residentes los beneficios del compostaje y cómo pueden participar, explicando bien la necesidad de implicación por su parte y cómo de demandante puede ser ésta. Se pueden organizar talleres o charlas y proporcionar material informativo a todos los vecinos. En este sentido, es especialmente importante saber qué se puede compostar y qué no.

Con la decisión tomada en favor del compostaje, es el momento de diseñar y ubicar el sistema de compostaje. Es necesario determinar el espacio disponible y elegir un sistema de compostaje adecuado para la Comunidad. Las opciones son variadas – desde una pila de compost a la contratación de un servicio de compostaje comunitario -, pero para todas ellas será crítico determinar el destino del compost (cantidades previstas, usos posteriores, manipulación, etc.). Lo mejor es situar el lugar de recolección en un área sombreada, generalmente alejada de la luz solar directa para que el material de compost se mantenga húmedo, aunque no es absolutamente necesario.

Finalmente, establecidos los puntos de recolección de residuos orgánicos para el compostaje en Comunidades de Vecinos, hay que fomentar la separación adecuada. Por ejemplo, con cubos o contenedores intermedios que faciliten el proceso, guía de uso y separación, etc.

En todo este proceso, conviene tener en cuenta una serie de buenas prácticas para que el compostaje en Comunidades de Vecinos sea un éxito:

  1. Comunicación continua. Mantener a los residentes informados en todo momento, poniendo el foco en los beneficios del compostaje y brindando orientación para que la participación sea lo más simple posible.
  2. Mantenimiento del sistema. Es importante seguir las recomendaciones específicas del sistema de compostaje elegido, como puede ser la necesidad de mezclar los materiales regularmente para promover una descomposición adecuada.
  3. Control de olor y plagas. Para evitar olores desagradables y plagas, es fundamental seguir las pautas adecuadas de manejo de los residuos orgánicos (por ejemplo, evitar la adición de materiales no aptos como los lácteos o aceites), establecer un buen cerramiento de la pila (manteniendo la necesaria aireación) y mantenerla alejada de puertas y ventanas de los hogares.

 

El papel de un Administrador de Fincas

El Administrador de Fincas desempeña un papel crucial en la promoción del compostaje en Comunidades de Vecinos. Esta sería una pequeña guía básica para ejecutarlo de la mejor forma posible:

  • Proporciona información detallada sobre los beneficios y las exigencias del compostaje, así como del proceso para iniciar esta acción en la Comunidad. Utiliza todos los canales a tu alcance, desde boletines informativos y reuniones, hasta carteles en zonas comunes u organización de talleres.
  • Colabora con proveedores para investigar, establecer alianzas, coordinar el proyecto y crear material informativo sobre el compostaje. Busca y compara para poder encontrar la mejor cotización y el mejor acuerdo para la implementación del sistema.
  • Gestiona los recursos de forma adecuada para determinar el mejor espacio disponible para el sistema de compostaje, que sean lo más accesibles posible; así como las demandas económicas, contraponiéndolas con los posibles beneficios.
  • No tomes el plan de compostaje como un proyecto apartado de otras medidas. Sus beneficios se pueden multiplicar con un sistema de gestión responsable y retirada de residuos, así como acciones para promover las 3R (reducir, reutilizar y reciclar).
  • Haz un seguimiento continuo para garantizar que el proceso se está llevando a cabo de una forma adecuada y, sobre todo al principio, ofrece la asistencia y el apoyo técnico necesario, previendo y resolviendo los problemas que puedan surgir.
  • Monitoriza los resultados y los beneficios, tanto para la Comunidad de Propietarios en su conjunto como para los vecinos en particular, compartiéndolos con todos los implicados. Recopila datos sobre la reducción de residuos, el ahorro de costes o la mejora de las zonas verdes.

 

¿Quieres empezar en tu propia casa?

Aunque el tipo de vivienda más común en el País Vasco no invita a realizar compost en casa, sí hay muchos edificios que pueden ser aptos para ello como bajos con jardín, viviendas unifamiliares o pisos con grandes terrazas. Para comenzar, lo principal es tener un contenedor adecuado para colocar los restos de comida y un lugar para colocarlo. Como en el caso de una Comunidad de Vecinos, se puede establecer un contenedor intermedio para una primera recolección: por ejemplo, un cubo en la cocina para echar las peladuras o las cáscaras de huevo, que se pueda volcar en la pila de compostaje en vez de llevar cada residuo cada vez que se produce. Lo más conveniente es que este cubo tenga una tapa que permita atrapar los olores y ser lo suficientemente pequeño para no acumular demasiados desperdicios en descomposición en tu cocina. Para mantener el cubo limpio y no requerir un trabajo extra, se pueden utilizar bolsas de basura compostables y a prueba de fugas.

Es importante identificar qué compostar. Por norma general, toda la materia prima que proviene de la tierra es compostable:

  • Desperdicios de la cocina como recortes de verduras, cáscaras de frutas, cáscaras de huevo, posos de café…
  • Residuos de jardín como ramas de árboles, césped cortado, flores marchitas…
  • Papel doméstico, como periódicos o cartón (idealmente, que estén triturados).

Si vives en una zona donde el compostaje casero no es una opción, donde la Comunidad de Vecinos no puede apoyarte o simplemente no es compatible con tu estilo de vida, puedes considerar un servicio de compostaje comercial. Estos servicios suelen ir a tu casa, recoger los residuos y llevarlos a una instalación de compostaje industrial. En muchos municipios, las autoridades locales recogen residuos compostables, además de los generales y los reciclables. Si vives en alguna de estas áreas, puedes hacerte de tus residuos orgánicos de una forma mucho más sostenible empleando el contenedor marrón.

A pesar del mínimo trabajo manual necesario, muchas personas encuentran este proceso gratificante, especialmente cuando el resultado final se utiliza para nutrir sus propios jardines o macetas de plantas.

 

El compostaje en Comunidades de Vecinos es una práctica ambientalmente sostenible que brinda un buen número de beneficios para los inquilinos, la sociedad y el entorno. ¿Vas a apostar por la promoción de esta medida en tu finca para un futuro más sostenible?