Convivir con palomas en Comunidades de Vecinos
Entre las aves urbanas que más encontramos en nuestras ciudades, destaca la presencia de palomas; una especie que por número y costumbres, suele ser de las más molestas. Estas aves encuentran un hábitat ideal en nuestros edificios por lo que es muy frecuente encontrar palomas en Comunidades de Vecinos, con los inconvenientes que pueden generar.
Aunque su presencia pueda parecer inofensiva a simple vista, estas aves pueden causar una serie de problemas que afectan a la calidad de vida de los residentes y a la higiene del entorno. Respetando siempre la necesidad de preservar la fauna urbana, ¿podemos evitar estos perjuicios?
Problemas causados por palomas en Comunidades de Vecinos
El excremento de las palomas puede representar un riesgo para la salud debido a su toxicidad. Este es el principal inconveniente de tener colonias de un número considerable rondando por la Comunidad de Propietarios, ya que pueden transmitir enfermedades como la criptococosis, histoplasmosis y psitacosis a las personas.
Las heces de las palomas también pueden dañar la estructura de los edificios y obstruir los sistemas de drenaje de aguas pluviales. Además, pueden ser corrosivas para la pintura, la madera o el metal, deteriorando los materiales de construcción.
Riesgos para la salud: los excrementos son un caldo de cultivo para bacterias y hongos, pudiendo generar problemas de salud en los vecinos con sistemas inmunológicos comprometidos. Además, las plumas y el polvo de los nidos pueden provocar alergias respiratorias en algunos residentes. No es común, pero si acceden a tanques de agua o al sistema de alcantarillado, las palomas pueden contaminar el agua, con el derivado riesgo para la salud.
Riesgos para la infraestructura: los nidos de palomas no suelen ser pesados, pero los excrementos pueden dañar los materiales de construcción, llevando a la rotura de algunos elementos que han sido corroídos por los ácidos de las heces.
Molestias para los vecinos: el revoloteo y el arrullo de las palomas pueden resultar molesto. La constancia con la que emiten sonidos puede llegar a inferir en el descanso y el bienestar de los vecinos.
Cómo evitar los problemas con las palomas
En entornos urbanos es muy difícil no tener interacciones con estas aves. Así, la principal medida para convivir con palomas en Comunidades de Vecinos es la limpieza. Es importante limpiar regularmente las áreas comunes para eliminar restos de comida, excrementos y plumas, actuando rápidamente para que el problema no se agrave; no solo para mantener el edificio en buenas condiciones, sino porque esto desalienta a las palomas a regresar a esos lugares.
Además de este protocolo clave, conviene tener en cuenta otras medidas para evitar una excesiva presencia de palomas en la finca urbana:
- Eliminar fuentes de alimento, ya que las palomas se sienten atraídas por los restos de comida. Como Administrador de Fincas o Presidente de la Comunidad, es aconsejable recordar a los vecinos la importancia de no alimentar a las palomas y de contribuir a unas zonas comunes libres de suciedad, migas, etc.
- Bloquear accesos a los lugares de anidación con materiales resistentes y duraderos. Incluso si no se identifica ningún punto habitual de estancia para las palomas, es recomendable sellar rendijas o agujeros que podrían ser utilizados como nido.
- Instalar dispositivos repelentes, como redes, pinchos o cables en áreas propensas a la anidación o estancia. No se recomienda el uso de químicos por las consecuencias negativas que tienen para la salud, tanto de los animales como de las personas. Es mejor instalar dispositivos que no dañen a las aves y simplemente les impidan posarse cómodamente.
Cómo solucionar los problemas que causan las palomas en Comunidades de Vecinos
Siempre es mejor la prevención, pero en ocasiones es inevitable tener una mala experiencia con estas aves en un edificio. Afortunadamente, existen dos formas para resolverlos:
1. Limpieza profesional
Como se ha mencionado anteriormente, es imprescindible contar con un servicio de Limpieza de Comunidades que tenga un protocolo efectivo para estos casos. Por ejemplo, que el personal cuente con máscara y guantes desechables para evitar el contacto directo con la suciedad que generan las palomas o que cuenten con maquinaria para evitar la creación de polvo al limpiar las heces.
Una actuación rápida ante la suciedad es clave para limpiar los excrementos sin dejar rastro, así como para evitar que las aves vuelvan a ensuciar. Y si el servicio es ECO Friendly, las garantías se multiplican.
2. Control de plagas
En casos graves, es recomendable consultar a expertos en control de plagas que puedan implementar soluciones específicas, seguras y duraderas para reducir la población de palomas en Comunidades de Vecinos. En cualquier caso, lo mejor es proceder a actuaciones que eviten que las aves aniden en los edificios, mediante puntas o redes.
Además, una limpieza de desinfección reduce los patógenos de las superficies a niveles seguros, lo que evita contagios por enfermedades derivadas de virus, bacterias y hongos mientras se soluciona el problema con la plaga.
La convivencia con palomas en Comunidades de Vecinos presenta desafíos, pero con una correcta gestión de la situación se pueden minimizar todos los problemas que causan. Como responsable de tu Comunidad de Propietarios, ya seas Administrador de Fincas o Presidente, adopta un enfoque proactivo que incluya prevención, educación y, cuando sea necesario, intervención profesional. Los residentes podrán disfrutar de un entorno limpio y libre de las molestias causadas por estas aves urbanas.