La importancia de mantener limpio y organizado el lugar de trabajo
Durante mucho tiempo se ha considerado que un entorno laboral limpio y organizado es una cuestión estética; importante, pero estética al fin y al cabo. Ahora sabemos que no es solo eso y, gracias a diversos estudios que están viendo la luz y el trabajo de organizaciones que, como Rivera, trabajan para mejorar la vida de las personas; se están poniendo estas cuestiones en el centro del debate sobre salud y bienestar en el trabajo.
La limpieza y la buena organización son fundamentales para, si no mejorar, al menos mantener la productividad de los trabajadores. Y son, además, absolutamente esenciales para garantizar la seguridad y salud de los empleados. Todas estas, cuestiones que van mucho más allá de proyectar una imagen profesional impecable, por importante que pueda resultar también para cualquier negocio.
Beneficios de un área de trabajo limpia y organizada
El orden y la limpieza del entorno de trabajo es una de esas cosas que cuesta adivinar a simple vista. A menos que un lugar de trabajo sea un desastre organizativo o la suciedad sea exagerada, muchas veces no reparamos en ello. Pero hasta un poco de desorden y algo de suciedad que no salta a la vista pueden ser perjudiciales para el correcto desarrollo de las tareas y para la salud de las personas.
La buena noticia es que, cuando conseguimos un lugar de trabajo bien organizado y un ambiente limpio, los beneficios sí son palpables. Mantener en el tiempo las mejores prácticas de higiene y organización pueden hacer que una empresa mejore sus resultados de forma notable.
1. Incremento de la productividad
Un espacio de trabajo limpio y organizado permite mejorar la productividad porque los empleados se concentran en sus tareas sin distracciones innecesarias. Además, un entorno limpio también reduce el estrés, lo que puede contribuir a fomentar una mayor eficiencia.
2. Mejora de la salud y seguridad
El polvo, los alérgenos y las bacterias proliferan en lugares de trabajo descuidados, afectando la salud de los empleados. Un ambiente de trabajo limpio, es un ambiente de trabajo seguro que disminuye las bajas laborales relacionadas con enfermedades y accidentes. La limpieza profunda y regular garantiza que los espacios sean aptos para trabajar en las mejores condiciones posibles.
3. Refuerzo de la imagen profesional
La percepción importa, tanto para los propios empleados como, sobre todo, para clientes y proveedores. Un entorno laboral limpio y ordenado refleja profesionalismo y cuidado por parte de la empresa, lo que genera confianza entre clientes y socios. Esto, que puede ser una percepción involuntaria, se convierte en totalmente consciente si el escenario es el contrario: un negocio con aspecto descuidado produce desconfianza y rechazo.
4. Contribución a la sostenibilidad
El cómo se realiza la limpieza también tiene su relevancia. Las prácticas sostenibles y los productos de limpieza ecológicos, además de contribuir a un mejor acabado, ayudan a proteger el medio ambiente. Para las empresas comprometidas esto es un valor en sí mismo; pero para las que no lo estén tanto también es importante, ya que la sostenibilidad mejora la reputación corporativa entre consumidores, empleados y administraciones.
5. Reducción de costes a largo plazo
El mantenimiento regular y eficaz de un lugar de trabajo evita problemas para el desempeño laboral como el deterioro temprano de mobiliario y equipos. La inversión en servicios de limpieza profesional ECO Friendly puede parecer un gasto inicial superior a otras opciones del mercado, pero ahorra dinero a largo plazo y es una inversión en competitividad.
Consejos para mantener limpio el lugar de trabajo
Es importante tener en cuenta las condiciones específicas de cada centro de trabajo para evaluar qué acciones pueden tener el mayor impacto. Pero, en general, podemos destacar una serie de buenas prácticas que contribuyen a un espacio laboral limpio y ordenado.
1. Establecer una rutina de limpieza diaria
Por un lado, es importante contar con un servicio de limpieza rutinaria que se ocupe de limpiar de forma correcta en la empresa. Pero esto también es una responsabilidad de los trabajadores, por lo que resulta aconsejable fomentar hábitos simples como mantener los escritorios despejados, limpiar las mesas de reuniones tras su utilización o establecer un sistemas de gestión responsable de residuos.
2. Promover la participación del equipo
Como complemento del punto anterior, es importante saber involucrar a los empleados para mantener el orden y la limpieza. Las reuniones periódicas para recordar la importancia del orden y la limpieza o para proponer acciones específicas, además, refuerzan la cultura del cuidado colectivo, la colaboración y el trabajo en equipo.
3. Optar por prácticas sostenibles
Una limpieza de oficinas con Ecolabel garantiza un resultado ‘Best in Class’: mejores acabados, cuidado del mobiliario, reducción de consumos, eliminación de residuos, entorno sin químicos… El resultado es un entorno limpio y ordenado; pero sobre todo saludable, seguro y respetuoso con el entorno.
4. Implementar una limpieza regular profesional
Aunque las tareas diarias son esenciales, solo la limpieza profesional periódica puede garantizar un entorno laboral limpio en profundidad. Contratar servicios de limpieza garantiza resultados impecables, ya que utilizan equipos especializados y técnicas avanzadas para mantener los espacios en óptimas condiciones. Además, se trata de empresas que cuentan con diversas capacidades y servicios complementarios, pudiendo dar respuesta a necesidades más complejas o requerimientos puntuales sin cambiar de proveedor.
5. Organizar los espacios comunes
Zonas como cocinas, baños y salas de reuniones requieren atención especial. Implementar un sistema de turnos dentro del equipo o responsables de área puede ayudar a mantener un mínimo de orden y limpieza sin que se entorpezca la rutina en la empresa.
Implementar una política de orden y limpieza en la empresa
Crear una política clara de orden y limpieza es una herramienta eficaz para establecer estándares consistentes. Esta política debe incluir, al menos:
- Normas claras para definir responsabilidades de empleados y supervisores.
- Capacitación para proveer formación sobre los procedimientos adecuados y la importancia de un entorno laboral limpio.
- Supervisión para establecer auditorías periódicas que evalúen el cumplimiento de las normas.
- Incentivos para reconocer y premiar los esfuerzos colectivos de mantener el espacio limpio y seguro.
Cuando se combina esta política con servicios de limpieza profesional, los resultados son inigualables. Si buscas un equipo experto en limpieza de oficinas, ponte en contacto y buscamos la mejor forma de llevarla a cabo.